12 Metro 12
Siempre he pensado que la Ciudad de México se disfrutaría mucho más con un sistema de transporte colectivo eficiente, articulado y de calidad.
Ideas tan sencillas como estacionamientos para bicicletas en las afueras de las estaciones de metro y metrobus, mismo sistema de cobranza en todo el sistema de transporte, carriles en verdad confinados a bicicletas y muchas otras harían de esta ciudad algo muy distinto. Como dicen, un país de primer mundo es aquel en el que el rico se baja de su coche y usa el transporte público.
Hoy me subí por primera vez a la nueva línea del metro, la 12 que va de Mixcoac a Tlahuac, y si no me equivoco es la más larga que existe y que permite la interconexión de varias líneas en el sur de la ciudad. Para mi me será de much utilidad al conectarse con las líneas 3 (CU) y 2 (Centro), pero ese es otro tema.
Les quiero compartir mi experiencia al hacer uso del nuevo sistema que no acepta boletitos, sino tarjeta y bueno esa fue mi primera sorpresa, cuando saqué mi tarjeta de metro bus y me dijeron que no, que tenía que comprar otra tarjeta porque esa no servía, ok, $10 pesos por la tarjeta y otros $10 de recarga (espero si me sirva esta nueva tarjeta en el metrobus)... pero para que hacerlo fácil si lo podemos hacer dificil, estaban dos ventanillas y en una venden las tarjetas y en otra la recargan, asi que hacer las dos filitas, listo ya con tarjeta en mano me giro y le doy la tarjeta a la otra señorita de la otra ventanilla para la recarga.... un minuto, dos minutos, y sólo veía como la cajera le picaba a su computadora pero el letrero de "saldo" seguía en ceros... le habló a su pareja y las dos miraban fijamente el monitor y nada, peleaban con el mouse hasta que finalmente lo lograron, golpe técnico y listo ahora mi "saldo" decía $14358 o algo así... creí que era el visitante número 1000 y por eso me regalaban transporte por el resto de mi vida... pálidas y risueñas las señoritas quitaron mi tarjeta y la volvieron a poner sólo para confirmar que había sido una mala jugada de la PC, listo mis $10 pesos ya estaba cargados !
Ahora si entremos a los nuevos subterraneos que tanto tráfico generaron a mis alrededores por más de un año; el metro no tiene ni 15 días de estrenado, pero ya las escaleras eléctricas y pisos se veían como su estuviera festejando el 10mo aniversario de la estación, las cosas nuevas duran muy poco nuevas.
Entramos a los nuevos vagones con pantallas en el centro mostrando en un ciclo infinito las instalaciones, estaciones, trabajos y logros para tener la obra más grande de américa latina de los último 35 años (según se lee cada 5 metros en los pasillos), mi siguiente sorpresa fue la seguridad, con policía entre los vagones evitando el folklore que da la visita de quien vende CDs, chicles, libros de matemáticas y ortografía o la clásica cartera original de piel de vinil. NAda de ambulantaje (algo que agradecí) permitía escuchar música folklórica en las bocinas del vagón y la voz de una dulce señorita que anunciaba la siguiente estación (3ra sorpresa), ya no había que estar haciendo contorciones para adivinar en que estación estas o vas. Los vagones ya no están divididos y te entreties viendo hasta donde tu mirada alcanza a llegar esperanzado en encontrar al chofer que te lleva a tu destino tan ligero y rápido, algo que me permitió hacer 20 minutos en lugar de unos 40 o 50 que hubiera hecho si tomaba mi auto.
Algo nuevo también eran los policías que paraditos en unos banquitos para tener una vista tipo águila, hacían sonar su silbato a la llegada del tren en cada parada.
Saliendo del tren me dirigí la conexión que me llevaría a la realidad de la línea 1, la más antigua; sin seguridad tan evidente (sin policía de a pié cada 20 metros), con mucho ambulantaje y sin los anuncios de llegada/salida de la amable señorita.
A mi regreso, ya con menos prisa me permití detenerme a observar las gigantescas fotos de la Ciudad que adronarn los pasillos y una exposición, a decir verdad bien montada, de todos los logros del gobierno de la ciudad.
Esperemos que siga así de limpia, sin grafiti ni rayones en las ventanas de los vagones, con la seguridad y sin ambulantaje, con buena música y ventilación, los servicios son de la ciudad y como ciudadano debemos de hacerlos propios y cuidarlos, usarlos y exigir más en lugar de estacionamientos de dos pisos que en mi opinión no han resuelto el tema del transporte, sino por el contrario lo han agravado.
Aca una pareja demostraba su amor en un reencuentro añorado bajo la supervisión de la autoridad, vigilante que no existan exabruptos o actos que atenten contra las buenas costumbre y la moral de los visitantes.